El valor de la Gobernanza en las Sociedades Laborales y empresas de Economía Social
La gobernanza es uno de los pilares que hacen que las sociedades laborales y las empresas de la economía social funcionen de manera sostenible, democrática y coherente con sus valores. No se trata simplemente de organizar reuniones o cumplir trámites formales, sino de construir una forma de decidir que garantice el futuro del proyecto colectivo. Cuando quienes trabajan son también dueños y dueñas de la empresa, como ocurre en las sociedades laborales, contar con reglas claras y espacios definidos para la participación se vuelve imprescindible.

La gobernanza permite ordenar la toma de decisiones, dar transparencia a la información, evitar malentendidos y equilibrar intereses individuales con el interés común. También asegura que la empresa tenga continuidad en el tiempo, con estructuras sólidas que permiten planificar el relevo generacional y mantener la estabilidad del proyecto.
En estas organizaciones conviven dos ámbitos que es fundamental no confundir. El ámbito laboral, donde la persona actúa como trabajadora, está ligado al día a día: organización de tareas, turnos, clima laboral, productividad, responsabilidades internas. El ámbito societario, en cambio, es donde la persona actúa como socia y decide sobre cuestiones estratégicas como el rumbo de la empresa, la aprobación de cuentas o la elección del Consejo de Administración. Mezclar estos planos genera tensiones y dificulta la gestión, por eso es clave que cada órgano tenga muy claro su papel.
Para que la gobernanza funcione, la participación debe estar bien organizada y la información debe fluir sin barreras. Es necesario que todos sepan, qué decisiones les corresponden, cómo se toman y dónde pueden aportar. La transparencia es una garantía de confianza y fortalece la cohesión interna, pero la responsabilidad también es esencial: gobernar no es solo opinar, sino asumir las consecuencias de las decisiones que se adoptan. Y todo esto debe hacerse buscando un equilibrio constante entre la eficiencia económica y el bienestar de las personas.
El reto del doble rol —ser al mismo tiempo socio o socia y trabajador o trabajadora— solo puede gestionarse bien si existe formación, cultura democrática y canales de comunicación efectivos. Las personas necesitan comprender en qué rol actúan en cada momento, qué derechos y obligaciones tienen y cómo pueden participar de manera constructiva.
Trabajar la gobernanza no es algo accesorio: es una inversión en estabilidad, cohesión y futuro. Una gobernanza bien construida convierte a las sociedades laborales y a las empresas de la economía social en organizaciones más fuertes, más justas y más capaces de afrontar los retos del mañana sin perder su identidad participativa y humana.
Desde ASLE queremos acompañar a nuestras empresas en este camino, reforzando su capacidad de gobernar de forma democrática, transparente y sostenible. En esta línea, el proyecto Ecochallenge Alliance, una iniciativa innovadora cofinanciada por el PERTE de Economía Social y de los Cuidados y desarrollada en el marco de los fondos Next Generation EU, será una herramienta clave. A través de su plataforma formativa podremos trabajar estos contenidos de manera práctica y accesible, impulsando que nuestras sociedades laborales y empresas de economía social estén cada vez más preparadas para afrontar los retos del futuro con una gobernanza sólida y compartida.
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