¿Qué es la Sociedad Laboral?

Definición, características y valores

La Sociedad Laboral es un modelo de empresa que combina la tradicional relación de trabajo con la participación de las personas en la gestión, el capital social y en los beneficios. Se trata de sociedades anónimas o de responsabilidad limitada en las que la mayoría del capital social es propiedad de las personas trabajadoras, y están reguladas por la Ley 44/2015, de 14 de octubre, de Sociedades Laborales y Participadas. A continuación, te presentamos las características clave de las Sociedades Laborales:

CARACTERÍSTICAS DE LAS SOCIEDADES LABORALES

1. Más del 50% del Capital Social debe estar en manos de las personas trabajadoras con una relación laboral de carácter indefinido.
2. Se necesita un mínimo de dos personas socias para su constitución.
3. Ninguna de las personas socias puede ser titular de acciones o participaciones sociales que representen más de la tercera parte del capital social, salvo en el caso de la sociedad laboral constituida por dos personas socias trabajadoras.
4. El número de horas-año trabajadas por las personas trabajadoras contratadas por tiempo indefinido no socias no debe superar el 49% del cómputo global de horas-año trabajadas en la Sociedad Laboral por el conjunto de las personas socias trabajadoras.
5. Las personas socias pueden tener distintos porcentajes de propiedad de la empresa y la toma de decisiones y reparto de beneficios se realiza en función de dichos porcentajes.
6. La responsabilidad de las personas socias se limita al capital aportado.

Además, las Sociedades Laborales se enfocan en la sostenibilidad a largo plazo, priorizando la inversión en la empresa en lugar de la distribución de dividendos. Esto promueve el empleo de calidad y el enraizamiento territorial, lo que se traduce en una serie de valores propios de las Sociedades Laborales:

VALORES DE LAS SOCIEDADES LABORALES

1. Resiliencia: capacidad de adaptación y flexibilidad, que conlleva una menor destrucción de puestos de trabajo en épocas de crisis.
2. Enraizamiento territorial: localización de la empresa, su centro de decisión y de empleo en el territorio.
3. Distribución equitativa de la riqueza.
4. Participación, con personas involucradas, donde el empleo estable y de calidad es un valor fundamental.
5. Retención del talento, a través de la participación en el capital.
6. Corresponsabilidad y alineación entre los intereses de la empresa y de sus personas trabajadoras.
7. Paz social.

En definitiva, las Sociedades Laborales son una forma de hacer empresa diferente, que contribuyen al desarrollo local y a la cohesión social, garantizando el arraigo en el territorio y evitando la deslocalización de los centros de decisión. La participación de las personas trabajadoras en la empresa implica un mayor compromiso y la implicación en el proyecto empresarial, lo que revierte en una mayor competitividad en el mercado.