
El mundo del emprendimiento, aunque cada vez más diverso, sigue presentando desafíos y particularidades que se manifiestan de forma distinta según el género. En el Espacio de Empresas del COE Estatal, donde participaron entidades como ASATA, ASEME y CEPES, se abordaron las diferencias entre hombres y mujeres en la actividad empresarial. Y es que, aunque el espíritu emprendedor no entiende de sexos, las motivaciones, los obstáculos y las estrategias para llevar a cabo un proyecto varían significativamente.
Motivaciones y Autoconfianza: El Techo de Cemento
Mientras que muchas mujeres emprenden para complementar sus ingresos o como salida al desempleo, buscando la flexibilidad para conciliar vida laboral y familiar, los hombres suelen estar impulsados por la búsqueda de enriquecimiento y el logro individual. Esta diferencia en la motivación, unida a un modelo de socialización que a menudo limita el desarrollo de la iniciativa y la autoconfianza en las mujeres, crea lo que ASEME denomina el «techo de cemento»: una barrera autoimpuesta que frena el potencial emprendedor femenino.
Riesgo, Financiación y Colaboración
La aversión al riesgo es otro factor diferencial. Las mujeres tienden a ser más prudentes, priorizando la estabilidad familiar sobre la ambición empresarial, lo que influye en el tamaño de los negocios y el acceso a financiación. No obstante, esta prudencia se traduce en una menor morosidad en los emprendimientos liderados por mujeres. En contraste, el emprendimiento femenino se caracteriza por una fuerte sororidad y colaboración, valores muy alineados con los principios de la economía social.
Conciliación y Corresponsabilidad: Claves para el Éxito
La conciliación y la corresponsabilidad emergen como elementos cruciales para el desarrollo del emprendimiento femenino. Facilitar el equilibrio entre la vida personal, familiar y laboral no solo atrae el talento femenino, sino que también disminuye la brecha salarial y aumenta la presencia de mujeres en puestos de dirección. En este contexto, modelos empresariales como la Sociedad Laboral, donde la gestión democrática y la participación de las personas trabajadoras en la propiedad son fundamentales, pueden ofrecer un entorno más propicio para la conciliación y la igualdad de oportunidades.
Romper Estereotipos, Construir Futuro
Es fundamental romper con el imaginario del emprendedor masculino y visibilizar el éxito de las mujeres en el mundo empresarial. La formación, el acceso a la financiación y el fomento de la corresponsabilidad son herramientas clave para construir un ecosistema emprendedor más justo e igualitario. Solo así podremos aprovechar el inmenso potencial de todas las personas, independientemente de su género, para construir un futuro empresarial más próspero y sostenible.
Fuente: Este artículo se ha redactado basándose en el «INFORME DE LA MEDIDA MC105 Generación de espacios de reflexión y trabajo con asociaciones de mujeres empresarias y emprendedoras y otras asociaciones profesionales y federaciones que representen a personas emprendedoras y autónomas, junto a la interlocución social y a las Comunidades Autónomas» del SEPE.
Ekilan (Ekintzailetza Landuz) es un proyecto de ASLE, promovido y financiado por CEPES (Confederación Empresarial Española de la Economía Social) y la Unión Europea donde buscamos fomentar la creación de empresas de economía social, en este caso, Sociedades Laborales, ya que se trata de entidades que demuestran la capacidad de generar más y mejor empleo, con mayores ratios de supervivencia y con capacidad para adaptarse de manera más adecuada a los diferentes colectivos de potenciales personas emprendedoras y sus circunstancias.
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